Admirados Mallorquines
Por Miguel Vidal
“Elegí un deporte muy minoritario, pero acorde a mis condiciones físicas derivadas de una enfermedad de niño”
D. N. I.
Nombre: JOSÉ AMENGUAL DOMINGO
Lugar y fecha de nacimiento: Palma, 19-1-1944
Hijo de José Amengual Vidal y Margarita Domingo Hernández
Profesión: pescador
–Mi padre trabajaba como chófer en GESA, pero como no ganaba lo suficiente
para mantener a la familia sus horas libres las dedicaba a pescar sepias que
luego mi madre vendía por las casas.
José Amengual tiene una historia apasionante. Tocado por la desgracia
desde muy niño, solo su tremenda fuerza de voluntad le ha llevado a ser
uno de los contadísimos mallorquines que, como en el caso de Guillermo
Timoner y Juan Gomis, puede poner junto a su nombre unas palabras
mágicas: campeón del mundo. De familia muy humilde, José fue el mayor
de los cuatro hijos habidos en el matrimonio de José Amengual Vidal y
Margarita Domingo Hernández, nacida en Palma aunque de padre
granadino.
Para José Amengual recordar la infancia es como revivir una pesadilla.
Fue una infancia penosa por culpa de un error médico que le dejaría cojo
para toda la vida. Tenía entonces seis años y se frustró la ilusión de jugar al
fútbol como hacía su padre, que jugaba como medio volante en Primera
Regional con el Soledad. Porque Amengual había nacido en el barrio de La
Soledad, aunque muy pronto la familia se mudó a El Molinar.
–Jugando una caida me produjo un fuerte dolor en una pierna. Me miraron y me
encontraron un tumor en la cadera izquierda. El médico dijo que era un tumor
blanco, o sea, benigno. Total, que creyeron que una posibilidad de curarme era
escayolándome hasta la cintura y así lo hicieron. Estuve escayolado seis meses,
pero no mejoraba. Todo lo contrario, empeoraba, hasta que un día mi padre, que
tenía el genio corto, se enfadó, cogió unas tijeras, me quitó la escayola y me
llevó a otro médico, que quedó tan horrorizado que ordenó que me operaran.
Pero estaba tan flaco que tuvieron que engordarme antes de pasar por el
quirófano. A raiz de esta operación me quedé casi inútil de la pierna izquierda,
con muchas dificultades para andar.
En aquél quirófano, con aquella barbaridad palmaria de escayolar para
hacer frente a un tumor, “moría” José Amengual como un hombre capaz de
moverse con la misma soltura que los demás y nacía el José Amengual pez.
Nacía el pez humano. Capaz de nadar con la elegancia de un escualo y
pensando en el agua con la calculada frialdad del que sabe que está en su
mejor ambiente.
–Fui mucho tiempo con muletas. Todos los juegos con los demás niños –fútbol,
carreras, saltos etc.– se habían acabado para mí. Lo que mas me convenía era
nadar y como ya vivíamos en El Molinar, a veinte metros del mar, dentro del
agua me encontraba bien. Nadando era otra cosa, tenía la afición que me
deslizaba con facilidad. Luego mi padre me compró unas gafas y unos patos y
yo me construí un arco y unas flechas para ver si cazaba algún pez. Era un indio
en el mar. Me sentía feliz.
Para el padre el mar era una ayuda, no una solución. Tenía una pequeña
barca desde donde pescaba algunas sepias para ganarse unas pesetillas
extra. Además era totalmente contrario a la pesca submarina. Lo que
quería era que su hijo mayor José, y sus otros hijos, Margarita, Antonio y
Cecilia, estudiaran para luego encontrar trabajo en alguna oficina. Pero
José Amengual valía poco para los estudios. Lo suyo era el mar y las cosas
de la mar.
–Cerca de mi casa había una fábrica de artículos de pesca, Casa Beltrán, y yo
pronto me las ingenié para entrar a trabajar allí. Pronto fui el montador de todas
las escopetas de aire comprimido. Allí venían pescadores de aquella época como
Mariano Bonet, Bernardo Martí y Martín Pons que me contaban aventuras que
incrementaron mi afición por aquel deporte.
Tres años trabajó Pepe Amengual montando escopetas de aire comprimido
en Casa Beltrán. Pero su padre, que además de tener el genio corto era
tozudo, quería colocarlo en su empresa:
–Mi padre trabajaba en GESA y no estuvo contento hasta que me colocó allí.
Decía que al ser una empresa del estado el pan estaba asegurado para toda la
vida. Pero no fue fácil entrar, ya que tuve que estudiar Maestría Industrial, lo
que me resultó bastante complicado. Tenía entonces dieciséis años y no me
había movido nunca de El Molinar. Veía Palma de lejos, casi siempre desde el
mar, pero ni siquiera había estado en ella a pesar de la proximidad. Tenía un
enorme complejo de inferioridad.
José Amengual empezó a trabajar en GESA en 1961 y permaneció en la
empresa por espacio de nueve años. Era bobinador y ganaba tres mil
pesetas al mes. En GESA hizo amistad con otro amante de la pesca
submarina, Miguel Borrás, que tenía una moto “Guzzi”, lo que les permitió
explorar otros fondos de la costa mallorquina. Hasta que un día leyeron en
un periódico que se disputaban campeonatos de Caza Submarina y se
afiliaron al C.I.A.S.
–En 1963 participé como juvenil en mi primer campeonato de Baleares y quedé
campeón. A medida que iba destacando en la Caza Submarina comenzaron a
llegar algunos patrocinadores y ello me decidió a dejar GESA. A partir de ahí,
con mucho tiempo para entrenar, lo empecé a ganar todo, incluido el Mundial
de 1973.
José Amengual, en efecto, lo ha ganado absolutamente todo en la Caza
Submarina, la actividad que le ha convertido en una auténtica leyenda para
los aficionados de todo el mundo. Ha sido el campeonísimo por excelencia
en un deporte tan marcadamente amateur que lo único que le han dado ha
sido un trofeo y las gracias.
–Lo mas importante para mí son los tres campeonatos del mundo que he
ganado. El de 1973, porque fue el primero y eso siempre produce una emoción
especial; el de 1981 porque lo conquisté en Brasil en unas aguas que no conocía
y el de 1985, el título mas entrañable para mí, porque fui campeón del mundo
en aguas de Muro, delante de nuestra gente.
José Amengual conocía la zona de Can Picafort, donde se celebró el
Mundial de Muro de Caza Submarina en 1985 por inciativa de Juan
Ballester Moragues, como quien conoce el salón de su casa. Palmo a palmo,
agujero por agujero en el fondo de unas aguas que ha explorado años y
años con un tesón envidiable. Y con seguridad, según confiesa:
–Siempre he sido prudente y nunca he pasado apuros bajo el agua. Ni siquiera
en el Mundial de Cuba, con el mar infestado de tiburones, que no podías coger
porque no puntuaban para el campeonato. Uno se me acercó mas de lo necesario
y por curiosidad le pegué un tiro entre los ojos y le maté. Pesó ciento nueve
kilos. En Mallorca, en los muchos años que llevo practicando la Caza
Submarina he visto tres tiburones y además el mismo día. Yno en Cabrera y dos
en la Cala de San Vicente, pero pasaron absolutamente de mi. Ellos llevaban un
rumbo y ni siquiera se inmutaron. Para mí que se habían extraviado.
Amengual, dentro de su modestia, se siente satisfecho de la actividad
elegida para realizarse como persona.
–Soy consciente de que escogí un deporte muy minoritario, pero acorde a mis
condiciones físicas derivadas de una enfermedad de niño. La verdad es que no
se me ocurre pensar que otro deporte habría podido practicar para sentirme
realizado. Además me siento bien pagado por los amigos que he hecho y porque
en El Molinar me lo han reconocido poniendo mi nombre a una calle, lo que me
llena de legítimo orgullo.
PRINCIPALES TÍTULOS CONQUISTADOS POR JOSÉ AMENGUAL
–3 Campeonatos del Mundo individual: 1973 en Cadaqués (Girona), 1981
en Florionópolis (Brasil) y 1985 en Muro (Mallorca).
–2 Campeonatos del Mundo por Equipos: 1973 en Cadaqués y 1985 en
Muro.
–2 Campeonatos de Europa Individual: 1982 y 1984
–3 Campeonatos de Europa por Equipos: 1982, 1984 y 1990.
–2 Copas de Europa por Equipos: 1978 y 1984.
–2 Campeonatos de España de Invierno Individual: 1973 y 1975.
–13 Campeonatos de España Individual.
–6 Campeonatos de España de Clubs.
–19 Campeonatos de Baleares.
Principales galardones:
–Medalla de Oro de la Delegación Nacional de Educación Física y
Descanso.
–Medalla de Oro de la Federación Española de Actividades Subacuáticas.
–“YA” de Oro por sus valores humanos.
–“AS” de Oro.
–Tridente de Oro de la Federación Italiana al mejor pescador submarino de
1973.
–Copa Barón de Güell.
–Copa Príncipe de Asturias del Consejo Superior de Deportes.
–Mejor Deportista de Baleares.
–Trofeo XXV Aniversario de la Cadena SER.
–“Siurell de Plata” de Última Hora.
–Mejor Deportista Amateur Español 1985 de la Unión de Periodistas
Deportivos de España.