La importante actividad desarrollada por los dos inspectores de pesca con que cuenta el Consell de Eivissa no se corresponde con los medios de que disponen, que se limitan a una sola embarcación de pequeño tamaño y dos vehículos, con los que recorren todo el litoral de la isla por mar y tierra en busca de furtivos e infractores de todo tipo, que esquilman los ya de por sí maltrechos recursos pesqueros ibicencos. Entre los años 2012 y 2013 los expedientes abiertos a pescadores que incumplían la ley sumaron 47.000 euros.
Según los datos proporcionados por la conselleria de Agricultura y Pesca, durante 2012 se realizaron 891 inspecciones y otras 750 al año siguiente, que dieron lugar a la imposición de sanciones por valor de 21. 298 euros en el primer año y 26.540 en el segundo, de los que actualmente se han recaudado ya 8.400 y 10.300 euros, respectivamente. Estos importes corresponden a 44 expedientes sancionadores abiertos en 2012 y otros 35 en el año 2013.
Según detalló el Consell, la mayor parte de estas sanciones corresponden al ejercicio de la pesca sin disponer de la preceptiva licencia hasta el incumplimiento de las vedas establecidas por la ley o la realización de pesca submarina en zonas permitidas o con artes y sistemas no autorizados. De todas las multas impuestas, alrededor de un 15% corresponden a pesca submarina.
Control en restaurantes
El control de la pesca furtiva no solo se realiza en el propio medio marino, sino también en los lugares donde se comercializa el pescado, como los restaurantes. En este caso, sin embargo, las denuncias que se abren se envían al Govern balear para que las tramite esta Administración, de la que depende este aspecto concreto. De estos casos se abrieron 11 expedientes en 2012 y otros 16 en 2013.
Asimismo, «se practican controles de los productos pesqueros que llegan a la isla por vía marítima o aérea; estos controles se realizan en los camiones que llegan a Eivissa y se comprueban las tallas mínimas de los productos pesqueros y su trazabilidad», es decir, el recorrido que sigue el pescado desde su captura hasta su punto final de venta.
A menudo, esta labor se efectúa conjuntamente con otros cuerpos, como es el caso de la Guardia Civil, tanto a través de los GEAS como del Seprona y los Servicios Marítimos, los vigilantes de Parques Naturales y de la Reserva Marina de es Freus de Eivissa y Formentera.
Los inspectores del Consell actúan tanto sobre la pesca recreativa como sobre la profesional, aunque siempre dentro del ámbito de sus competencias, que son las aguas interiores del archipiélago. Según el Departamento de Pesca de la institución, «los principales problemas son el desconocimiento de las normas por una parte de los pescadores, sobre todo los que vienen de fuera de la isla, y por otra, la pesca furtiva, que se ha detectado en una pequeña parte de los pescadores furtivos». En esos casos, suele incumplirse la ley en materia de tallas mínima y el máximo de capturas permitidas.
En pesca tradicional se efectúan controles de las flotas tanto autóctonas como forasteras en los diferentes puertos donde amarran, así como en las diferentes cofradías de pescadores.
Formentera, por su parte, cuenta con su propia lancha de vigilancia pesquera, dependiente del Consell de dicha isla.
En ambos casos se ofrece también información y asesoramiento a los pescadores y profesionales del sector.