La Policía Nacional rescató en Llançà (Girona) a un buceador que sufrió un fuerte corte en el brazo al ser arrollado por una lancha motora, cuyo conductor huyó, por lo que fue identificado por los Mossos d’Esquadra, que le atribuyen un delito de omisión del delito de socorro y lesiones imprudentes.
Según han informado hoy a Efe fuentes próximas al caso, los hechos ocurrieron el pasado 24 de junio, hacia las 15.00 horas, cuando un buceador se encontraba a gran distancia de la orilla y fue arrollado por una lancha motora, que le causó un corte de grandes dimensiones que prácticamente le amputó el brazo derecho a la altura del codo.
Una pareja de agentes de la Policía Nacional, que se encontraban fuera de servicio en la playa de Cap Ras de Llançà, oyeron cómo un hombre pedía insistentemente socorro y cómo, al mismo tiempo, una lancha motora blanca abandonaba el lugar a toda velocidad, en dirección al puerto de Llançà.
Según las mismas fuentes, los dos agentes se lanzaron al agua, mientras otros testigos llamaban a los servicios de emergencia, y lograron alcanzar a nado al buceador herido, cuando ya estaba prácticamente sumergido en el agua.
Los agentes de la Policía tuvieron que sujetar la cabeza del buceador, para que no se ahogara, y le retiraron la máscara y el tubo de buceo para que pudiera respirar.
Al rescate del buceador se añadió un bañista, que llegó al lugar tras recorrer la gran distancia que había desde la orilla a bordo de una colchoneta hinchable, que les sirvió para remolcar al herido fuera del agua.
Cuando los policías y el bañista colocaron al buceador encima de la colchoneta, se dieron cuenta de que presentaba un gran corte que prácticamente le amputaba el brazo derecho a la altura del codo, con un desgarro muscular y fractura ósea abierta, de la que brotaba abundante sangre.
Por este motivo, los agentes y el bañista trataron de calmar al herido, para evitar que se moviera, ya que estaba muy nervioso y profería gritos como: “me han cortado el brazo”.
Cuando estaban llegando a la orilla, el equipo de rescate tuvo la colaboración de un segundo bañista, por lo que finalmente pudieron poner a salvo a la víctima, a la que taparon con una toalla hasta la llegada de las asistencias médicas.
Paralelamente, los Mossos d’Esquadra lograron localizar e identificar el mismo día, gracias a la colaboración de varios testigos, al piloto de la lancha, un hombre de 57 años, nacionalidad española y vecino de Vilafant (Girona).
En el interrogatorio policial, el hombre alegó que no había sido consciente de que había arrollado a un buceador y que nunca había tenido ningún problema pilotando su lancha, según las fuentes consultadas.
No obstante, la mayoría de los testigos que han declarado ante la policía catalana sostienen que vieron como el hombre huyó con su lancha a toda prisa de la zona donde el bañista había quedado malherido después del accidente.
Ante esta situación, a la espera de ser citado por el juez, los Mossos le han acusado de un delito de omisión del deber del socorro y otro de lesiones imprudentes.
fuente lavanguardia