Un equipo de investigadores de la Universidad de San Pablo está trabajando en un proyecto de cría de mero o garopa (Epinephelus marginatus) en cautiverio.
El principal objetivo de los científicos es contribuir a la conservación de este pez partir de la acuicultura, ofreciendo una alternativa que puede aliviar la presión pesquera sobre las poblaciones naturales y permitir su posible repoblamiento.
Los stocks de mero son pequeños en la actualidad como consecuencia de la sobreexplotación, situación que ha llevado a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) a clasificar a este recurso como en peligro de extinción.
Los investigadores pertenecen al Laboratorio de Metabolismo y Reproducción de Organismos Acuáticos (Lameroa) del Departamento de Fisiología del Instituto de Biociencias (IB) de la USP. Este grupo firmó en 2010 un convenio con el Centro de Biología Marina (CEBIMar) de la USP, y la iniciativa cuenta con el apoyo financiero de la Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de San Pablo (Fapesp) y del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq).
La carne del mero es sabrosa y tiene una gran aceptación entre los comensales de los restaurantes de la región. Además, una ventaja de la reproducción de mero en cautiverio es la posibilidad de disminuir los riesgos físicos que implica su captura para los pescadores.
En el presente, este pez es capturado mediante el buceo libre, una actividad muy arriesgada que puede derivar incluso en la muerte de los pescadores.
Además, se espera que el desarrollo del mero en cautividad permita obtener peces con una carne controlada desde el punto de vista sanitario y nutricional, mejor que la de los peces extraídos en el ambiente natural, que son susceptibles a parásitos y sustancias contaminantes del agua.
En el Lameroa, los científicos están llevando a cabo estudios dirigidos a comprender mejor el ciclo reproductivo del mero. Las investigaciones abarcan el análisis de las hormonas sexuales, el estudio de la alimentación y el crecimiento de larvas, la influencia del metabolismo de los ácidos grasos en el desarrollo de los meros adultos y la fabricación de pienso, entre otras cuestiones.
Uno de los principales obstáculos es la dificultad de obtener hembras vitelogénicas en cautiverio, es decir, con huevos maduros y fecundables, para lograr un desarrollo adecuado de las larvas hasta la etapa juvenil.
En la naturaleza, los meros son hembras durante la mayor parte de su vida, y desarrollan características sexuales masculinas en edad avanzada y en determinadas condiciones ambientales. En condiciones de cautiverio, el problema de la falta de machos se solucionó mediante el uso y monitoreo de las hormonas sexuales.
Otros de los principales avances logrados por el equipo fueron la criopreservación de semen, la fertilización in vitro y el estudio de los estadios embrionarios.
fuente fis