Un estudio científico llevado a cabo por organismos públicos de investigación como el CSIC y el IEO, la Dirección General de Pesca del Govern y la Federación Balear de Cofradías de Pescadores sugiere reducir a la mitad la flota de arrastre en Mallorca, lo que supondría un incremento del 146 por ciento de los beneficios económicos de la flota, hasta los 1,9 millones de euros anuales.
Así lo ha puesto de manifiesto Oceana en un comunicado, en el que señala que la Política Pesquera Común (PPC), normativa que regulará la pesca en Europa durante los próximos diez años, determina que entre 2015 y 2020 se deben restablecer y mantener todas las poblaciones pesqueras por encima de niveles que puedan producir el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS). Esto es, alcanzar el máximo de capturas posibles sin que disminuya el rendimiento pesquero.
Las conclusiones de las investigaciones realizadas estiman que para alcanzar el RMS la flota de arrastre de Mallorca se debería reducir de las 32 embarcaciones actuales a un máximo de 15, disminuyendo el esfuerzo pesquero en un 48 por ciento. Si se desease maximizar el rendimiento económico de la pesquería, y siempre según los datos del estudio, se debería reducir el esfuerzo pesquero en un 71 por ciento y limitar las flota de arrastre mallorquina a unas 11 embarcaciones.
«Según estudios de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo, todas las poblaciones pesqueras evaluadas en Baleares que son objetivo de la flota de arrastre se encuentran en estado de sobreexplotación», recuerda Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa.
Por ello, asevera, es necesario reducir el esfuerzo pesquero de esta flota, dando cumplimiento a la normativa vigente, restaurando las poblaciones pesqueras e incrementando los beneficios para los pescadores de Baleares. «Esta ha sido la demanda de Oceana desde hace diez años a varios gobiernos, y ahora el estudio elaborado por las instituciones científicas públicas, el propio Govern y hasta los representantes de los pescadores nos da la razón con evaluaciones detalladas», ha apuntado.
Oceana considera que las administraciones central y autonómica deben comenzar a llevar a cabo la reducción de la flota de arrastre de inmediato. «Seguir las recomendaciones científicas ha demostrado ser beneficioso para la pesca en numerosas ocasiones, como en el caso del atún rojo, del que tras varios años de reducción del esfuerzo pesquero se empiezan a ver signos de recuperación, de la anchoa del Cantábrico y de numerosos stocks del Atlántico europeo», señala.
Tal y como ha recalcado Pastor, las embarcaciones de arrastre que mantengan su actividad deben, además, asegurar el cumplimiento de la normativa, ya que en la actualidad hay varias infracciones que se producen de manera sistemática y con toda impunidad.
Es el caso, ha apuntado, del exceso de la potencia de los motores en muchos de esos barcos, superior al máximo permitido de 500 CV por embarcación, y el uso de sus redes sobre fondos prohibidos de maërl o ‘magrana’ y coralígeno, lo que «implica un esfuerzo pesquero mayor del permitido y una amenaza para ecosistemas vulnerables de elevada importancia, que en teoría se encuentran protegidos por la ley».
Junto a esta medida, ha añadido, y en la línea de las obligaciones adquiridas con Europa a través de la Política Pesquera Común, Baleares «debe dar acceso preferencial a los caladeros de la plataforma continental a las embarcaciones más respetuosas con el medio ambiente, como las de pesca artesanal, que usan artes de pesca menos agresivos con el fondo marino, son mucho más selectivas que las de arrastre y generan más empleo».
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