Hay niños que se colocan el tubo en la boca, se calzan unas aletas en los pies, y en poco tiempo se deslizan cual delfines por las aguas de la piscina de Usabal. Otros necesitan más tiempo para adentrarse en las técnicas del buceo. Es difícil dominar la respiración, hay que aprender también a quitarse el agua que entra en las gafas -incluso en inmersión-, hasta llegar a colocarse una pequeña escafandra compartida con los monitores. Y todo ello coordinando los movimientos natatorios. Realmente es difícil hacerlo todo bien en poco tiempo, por eso tienen mucho mérito los niños y niñas que se han acercado estos días a las primeras pruebas de iniciaciación a la natación subacuática. Este sábado, de 11 a 13 horas, se celebra la última jornada.
Las convocatorias son de Igarondo Urpekoak, ese potente club deportivo tolosarra, que ha llevado la natación con monoaleta a las más altas cimas. «Lo más difícil es a aprender a dominar el tubo, más difícil que manejar las aletas», nos comenta Patxi Monge, presidente y monitor del club. «Nosotros impulsamos esta campaña de captación porque pensamos que este deporte puede ser muy divertido y completo para los niños», comenta. «Algunos han venido por curiosidad, porque cuando vienen a la piscina nos ven entrenando y sienten el gusanillo. Otros tienen amigos que ya están dentro del club y quieren seguir sus pasos».
Jugando bajo el agua, con una concepción lúdica pero también exigente, los chavales van, poco a poco, absorbiendo los conceptos de un deporte en el que Tolosa es una potencia desde hace muchos años, gracias a la gran labor de Igarondo Urpekoak.
Existen dos modalidades de nado con aletas: el nado subacuático o en inmersión, y el nado en superficie. En el primero, el competidor recorre distancias desde 100 hasta 800 metros con una botella o cilindro de aire comprimido, similar a los utilizados para submarinismo, pero de volumen menor, totalmente por debajo del agua. La distancia de 50 metros se realiza en apnea, es decir, sin respirar en ningún momento.
El nado en superficie requiere de la utilización de un ‘snorkell’ o tubo respirador que se coloca fijado a la frente del nadador, y le permite respirar mientras mantiene la cabeza sumergida dentro del agua.
fuente diariovasco