Ayer jueves 18 de septiembre de 2014, un buceador egipcio rompió el récord mundial a la inmersión más profunda. Su intención era sumergirse hasta los trescientos cincuenta metros de profundidad.
El instructor Ahmed Gabr ha roto el récord mundial de buceo que estaba en manos del buzo sudafricano Nuno Gomez. En 2005, Gomez se sumergió a una profundidad de 318,25 metros, en Dahab, Egipto. Ayer jueves, Gabr se sumergió hasta 350 metros. El reto de Ahmed ha sido evaluado y aceptado por el Guinness World Records.
En la línea de descenso hubo marcadores colocados estratégicamente en la zona de 320m hacia abajo. De cara a demostrar que se conseguía su record, el buzo tuvo que recoger una etiqueta que había sido colocada a 350 metros de profundidad y subirla a superficie.
Este buzo es un oficial del ejército egipcio retirado y también ha sido entrenado como buceador de combate por el ejército estadounidense. Gabr ya intentó romper el récord de buceo del mundo en 2010, pero la agitación política del momento en su país le hizo posponer sus planes.
El intento de récord mundial ha sido filmado para un documental de Didier Noirot, que estaba en el equipo de la película que ganó un Emmy por el documental de la BBC “The Blue Planet”.
Esta inmersión extrema estaba programada para que durara unas 14 horas, la parte más pequeña del tiempo se utilizó en la bajada. Ahmed y su equipo de buceadores de apoyo utlizaron alrededor de 90 botellas de aire en el transcurso de la inmersión. El ascenso fue muy largo, debido al gran período de descompresión.
Durante la inmersión los buzos contraron con tanques de rehidratación que fueron consumiendo durante su aventura para evitar la deshidratación.
Según declara su equipo, no se sabía como iba a reaccionar el cuerpo del buzo a 350 metros de profundidad, por lo que un equipo médico estaba esperando en superficie para asistirle. Aún así, Gabr se mostraba tranquilo y seguro de conseguir su reto y volver sano y salvo a casa, y así fue. Hace apenas, diez horas llegó a superficie habiendo conseguido un nuevo record: sumergirse hasta 332,35m.