Jesé se encuentra en la última fase de su recuperación y cualquier detalle en estas últimas semanas (podría jugar en algo más de un mes) puede ser fundamental. De ahí que los servicios médicos de Sanitas invitaran el pasado jueves a un experto en respiración y apnea con el objetivo de ayudar al futbolista a aprender a respirar y dosificar el oxígeno, lo que puede beneficiarle en su vuelta a los terrenos de juego.
Este territorio está prácticamente inexplorado en el deporte de élite y sus precursores están convencidos de su aprovechamiento.
Miguel Lozano, un apneísta entre los mejores del mundo
Miguel Lozano fue el experto que se sumergió en la piscina de Valdebebas con el jugador del Madrid. «Siempre hemos pensado que el trabajo con la respiración puede tener muchos beneficios en la alta competición y apenas se trabaja sobre ello», indica Lozano, uno de los mejores del mundo en su disciplina, la apnea, un deporte extremo que consiste en la suspensión voluntaria de la respiración dentro del agua mientras se recorren largas distancias o se desciende hasta grandes profundidades.
Una idea gestada hace años y que ahora se hace realidad
Miguel nos cuenta cómo acabó el pasado jueves entrenando a la perla canaria. «Yo trabajo con Agaz Sport —empresa especializada en dar un servicio integral a los deportistas de elite—, cuyo fundador, Enrique Zarza, es aficionado a la apnea y que me conocía por revistas especializadas. Me dijo que se podía sacar provecho a lo que yo hacía. Yo también me lo había planteado, pero nuestro mundo es muy pequeño y no tenemos llegada a la élite», explica. La conexión con el Madrid la hizo a través de los servicios médicos de Sanitas, siempre atentos a cualquier innovación que pueda ayudar a la recuperación de los lesionados.
Un trabajo teórico primero y práctico después
Jesé fue el conejillo de indias en la tarde del jueves. «Quedó muy contento, se le ve que quiere mejorar y aprovechar cualquier resquicio para hacerlo. El trabajo empezó con un poco de teoría sobre fisiología (ciencia que tiene por objeto el estudio de las funciones de los seres orgánicos), un conocimiento básico para poder arrancar. También ponemos unos vídeos explicativos de lo que vamos a realizar», ilustra Miguel.
La lección no acaba ahí. «El siguiente paso es empezar a ejercitar la respiración, a ensanchar y contraer el diafragma de una manera correcta. Le dije cómo debe hacer una respiración específica tras una carrera, cómo ir recuperando el ritmo cardiaco
A continuación pasamos a técnicas de relajación, fundamentales después de un esfuerzo importante para recuperar bien tanto el cuerpo, los músculos, etcétera, como la mente», puntualiza Lozano.
Al agua para relajarse y practicar apnea estática
La piscina es la próxima parada. Miguel es un consumado especialista, pero en la sesión del jueves el trabajo fue muy básico. Jesé practicó apnea estática, esto es quedarse suspendido en el agua, boca abajo para aguantar la respiración y sin ningún punto de apoyo. El canario aguantó tres minutos: «Mientras flotamos y no respiramos, podemos mejorar el control mental, la relajación, incluso evadirnos, aislarnos por completo del mundo. Se puede llegar a un estado de meditación».
Esta actividad puede ser muy útil tras los partidos, para ayudar a que el cuerpo se descomprima y bajar revoluciones. También asegura Miguel que mentalmente puede ayudar a ganar en confianza y seguridad. Además de la apnea, Miguel y sus ayudantes trabajaron con técnicas de relajación acuáticas, ejercicios similares al watsu (gimnasia pasiva que se realiza en el medio acuático) pero enfocados a deportistas de élite. Se realizan movimientos de las articulaciones y estiramientos, todos ellos flotando en el agua.
Un primer paso para hacer más exigente el trabajo
Los niveles a los que trabaja Lozano nada tienen que ver con la sesión que protagonizó Jesé. Si estas nuevas técnicas convencen en el staff y se realizan más ejercicios con otros lesionados, hay un mar de posibilidades, como practicar apnea bajo presión y con movimientos fuertes para ir explorando los límites respiratorios y mejorar la capacidad pulmonar.
«Todas estas actividades no tienen un beneficio cuantificado en el rendimiento, pero es innegable que ayudan. Me imagino que tirar un penalti en una final de la Copa de Europa debe poner nervioso a cualquiera. Con nuestra técnicas mejoramos el control mental para la toma de decisiones, la recuperación tras un esfuerzo continuado », acaba Miguel, el profesor de respiración de Jesé.
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