La Asociación Galega de Mariscadoras (Agamar) culpa al “autismo de la Unión Europea” y al “silencio encubridor” de la Xunta y el Estado de la desaparición de la pesca artesanal en Galicia. Y más concretamente alerta de la amenaza a la que parece sujeta un arte ancestral como la del “xeito”, con especial repercusión en puertos arousanos como Rianxo y Vilaxoán.
En esta agrupación sindical sostienen que el “xeito” es un arte de pesca “respetuosa con el medio natural y las especies protegidas”, a pesar de lo cual “ahora está contra las cuerdas”.
Y creen además en Agamar que en el futuro serán otras artes las amenazadas y desprotegidas por “una Administración incompetente y servil con criterios irracionales que quiere imponer como hechos consumados”.
Suman el problema que atraviesa el “xeito” a los “innumerable fiascos en la gestión del libre marisqueo, la imposición incomprensible y discriminatoria de la tasa de los faros, la protección de las Illas Atlánticas y a un aumento de la burocracia que un trabajador es incapaz de aguantar”.
Al tiempo que reivindica la separación o diferenciación entre los TACs (Total Admisible de Capturas) y las cuotas de la pesca artesanal e industrial, Agamar muestra su apoyo a los “xeiteiros” ante las restricciones impuestas “con nocturnidad y alevosía por la Secretaría General del Mar del Ministerio de Agricultura”.
Y es que se les impide la pesca de sardina entre España y Portugal a causa de “un presunto agotamiento del recurso, que en caso de ser cierto corresponde a los barcos industriales que pescan de manera masiva y sin respetar las áreas reservadas a la pesca artesanal”.
Esa prohibición total del “xeito” a partir del 1 de enero “no solo arruina a un millar de familias, sino que es un claro aviso que proyecta un escenario dramático para todos los sectores que emplean artes ligadas a la pesca y el marisqueo artesanal”, vaticinando así “futuros recortes, limitaciones y prohibiciones”.
En resumen, que Agamar defiende que la pesca artesanal, y especialmente la del “xeito”, no se metan “en el mismo saco” que los grandes barcos “que operan fuera de las líneas de las aguas de competencia gallegas”.