TDtice un refrán que “de la mar el mero y de la tierra el cordero”, aunque podríamos interpretarlo de otra manera “de la mar el atún y de la tierra el cerdo”, aunque en éste no hay rima, sin embargo tiene más trasfondo histórico y especialmente nos es más próximo, tanto a lusitanos como a béticos, debido que ya en tiempos de Julio Cesar se decía que el atún era el cerdo de los mares y se alimentaba de las encinas que existían en las profundidades del Mediterráneo como escribe Strabón en el siglo I: “-Nútrense de las bellotas de cierta encina que crece en el mar muy rastrera-“.
Los romanos fueron los que encontraron en el estrecho un lugar ideal para la pesca del atún y desde entonces se ha pescado con la misma técnica, las almadrabas, palabra que proviene del árabe andalusí cuyo significado es “lugar donde se golpea o lucha”.
Si bien antes de los béticos tenían conocimiento de estas arte los tartesios. Fueran unos u otros, esta pesca se ha mantenido a lo largo de los siglo prácticamente de la misma manera, aunque hasta el siglo XIX se realizaba las llamadas almadrabas de tiro, y a partir de entonces se realiza la técnica de la almadraba de buche que mediante un complejo sistema de redes llevan a los atunes hasta una zona llamada copo donde los arponean.
Pero si bien esta manera de pesca se sigue practicando todos las primaveras en la zona del sur de España, especialmente frente a Barbate, Conil de la Frontera, Tarifa y Zahara de los Atunes, hoy día se ha dado un paso más y se produce el engorde del atún en el propio Mediterráneo mediante áreas marinas llamadas granjas atuneras donde especialmente se engordan atunes rojos, los cuales se han convertido son productos gourmet. Y en este año toda la producción y engorde de los atunes rojos ha sido vendida a Japón para convertirla en delicatesen de shushi y sashimi.
fuente lacronicabadajoz