Los peces conejo tropicales que han devastado los bosques de algas en el Mar Mediterráneo orientalrepresentan una gran amenaza para toda la cuenca mediterránea si su distribución sigue expandiéndose a medida que se calienta el clima, advierte un estudio reciente de un grupo internacional de investigadores con participación del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-UIB) y el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CSIC).
“Hemos podido identificar dos zonas claramente diferenciadas: una zona cálida donde los peces conejo son abundantes y otra región más fría donde no están o se encuentran en muy poca abundancia. Las zonas con dominancia de los peces conejo se caracterizan por un paisaje de blanquizales, donde ha habido una pérdida muy importante de abundancia y número de especies, llegando a una reducción 60% en el caso de algas e invertebrados y al 40% si hablamos de número general de presencia de especies” indica la investigadora del IMEDEA (CSIC-UIB) Fiona Tomas, co-autora principal de este estudio, destacado en el número de Noviembre de la revista Journal of Ecology.
Los miembros del equipo, liderados por las Dras. Fiona Tomas (IMEDEA) y Adriana Vergés de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), muestrearon más de 1.000 kilómetros de costa de Turquía y Grecia, donde los peces conejo tropicales se han convertido en la especie dominante desde que se mudaron a la región a través del Canal de Suez. Fue en 1927 y en 1956 cuando se tuvo conocimiento de las dos primeras especies de peces invasores tropicales en el Mediterráneo oriental y se ha descubierto recientemente que viven también tanto en Croacia como en el sur de Francia. Al calentarse el Mediterráneo, los ‘Siganidae’ están ampliando su rango de distribución hacia el oeste, poniendo otros ecosistemas poco profundos en riesgo.
La dominancia de peces invasores ha reducido en un 40% la presencia general de especies en el Mediterráneo
Para saber por qué los bosques de algas han ido desapareciendo en el Mediterráneo oriental, el equipo científico filmó una serie de experimentos en los que registran las tasas de alimentación de peces conejo tropicales y otras especies. “Ante nuestra sorpresa, pudimos comprobar que los peces templados de hecho tienen tasas de consumo mayores que los peces tropicales. La pérdida de estas algas no es debida pues a una mayor tasa de consumo por peces tropicales, sino resultado de comportamientos alimentarios complementarios entre las dos especies tropicales. Mientras que los peces templados sólo consumen algas adultas, los tropicales consumen tanto los estadios adultos como los juveniles. De esta manera, una especie elimina las algas adultas y la otra las jóvenes, lo cual impide la recuperación de las comunidades” explica la investigadora.
La presencia de peces tropicales en sistemas templados favorecida por el calentamiento del mar no es un fenómeno aislado del Mediterráneo sino que está ocurriendo alrededor del mundo (Australia, Japón, Estados Unidos, Sudáfrica), pero los impactos de su invasión de momento son sobretodo evidentes en el Mediterráneo Oriental y en zonas de Japón.
La investigadora del IMEDEA también ha participado en el estudio científico, publicado en Proceedings of the Royal Society of London B, que corrobora estos hechos junto a varios miembros Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados del mismo equipo internacional y han detectado que más del 40 por ciento de las algas y las camas de algas en el Sur de Japón han desaparecido desde 1990, fenómeno conocido en el país como ‘isoyake’, y aquí también las especies tropicales parecen ser las principales responsables.
“La pérdida de bosques algales es preocupante puesto que se trata de comunidades críticas para numerosas especies (ej. hábitat para juveniles de muchas especies de peces) y albergan una gran diversidad, al igual que los bosques terrestres” subraya la Dra. Fiona Tomas.
Estos dos trabajos, llevados a cabo por un equipo científico compuesto por investigadores e investigadoras de Australia, España, Turquía y Grecia resaltan la importancia de entender cómo las interacciones entre distintas especies cambian y evolucionan en el contexto del progresivo cambio climático. “No debemos olvidar que el ejemplo de Mediterráneo es muy importante para poder predecir lo que puede pasar a nivel global con la expansión de peces tropicales” concluye la investigadora del IMEDEA (CSIC-UIB).