Para evitar nuevos heridos, las autoridades de la zona decidieron clausurar el balneario municipal, muy visitado en esta época del año, y colocar una red de contención para evitar el contacto de los bañistas con estos peces, de la familia de las pirañas, que aparecen especialmente con las altas temperaturas.
Con la llegada del calor a Argentina, en los primeros días de diciembre se registraron al menos diez ataques de palometas en Garupá, una cifra que ha ido aumentando hasta los 23 actuales.
Entre los últimos heridos, ninguno de gravedad, se encuentra una joven de 20 años que sufrió una mordedura profunda en uno de los dedos del pie derecho.
En la misma región argentina, el año pasado se registraron más de 70 heridos por el ataque de las palometas.
Además, los bañistas tuvieron que tomar precauciones por las rayas, que descansan en zonas costeras.
En otros puntos de Argentina, la alerta es por la picadura de los alacranes, animales que también suelen aparecer cuando las temperaturas comienzan a subir en el verano.