El mar es nuestra pasión.
Las aguas de la ría son ricas en especies a las que históricamente los pescadores han ignorado, en cierta medida por desconocimiento de sus cualidades culinarias, pero sobre todo por las dificultades para introducirlas en el mercado. Es el caso de la anémona, un producto que la cofradía de Vigo ha decidido empezar a rentabilizar.
Con ese objetivo acaban de poner en marcha un plan de explotación experimental en el que, en principio, participan siete embarcaciones, 14 buceadores y 4 mariscadoras a pie. «En función de los resultados se mantendrá e incluso se ampliará», afirma el patrón mayor, Misael García del Campo, que añade que a tenor de las primeras ventas son optimistas.
La Consellería do Mar ha fijado un máximo de 50 días de extracción entre los meses de mayo y diciembre con un tope de capturas de 30 kilos diarios por barco, 15 por buceador y 10 por mariscador a pie. Dos son las zonas habilitadas para la pesca. La primera abarca desde Punta Lagoa hasta Arealonga, y desde Alcabre hasta la playa de Abra, la segunda.
La anémona es una especie muy apreciada en Andalucía, en particular en la provincia de Cádiz. Ese está siendo el destino de los ejemplares capturados hasta el momento por los mariscadores vigueses. «Estamos en contacto con compradores del sur para poder ir ampliando la producción», señala Misael García, que explica que, de momento, están trabajando a demanda, pese a que «lo que sobra en la ría es anémona. Hay muchísima, sobre todo en las zonas de roca de Samil y en el entorno del Oceanográfico», dice el patrón mayor. El precio también compensa, ya que se está cotizando a 7,5 euros el kilo en primera venta.
La anémona de mar puede medir desde unos pocos centímetros hasta dos metros, utilizan los tentáculos para capturar pequeños animales que nadan por las inmediaciones y viven preferentemente en zonas expuestas a mareas bajas.
La previsión que tuvo la cofradía de Vigo al incorporar este año por vez primera el plan de explotación de la anémona se ha revelado un acierto, no solo por la posibilidad de abrir mercado para un nuevo producto, sino porque está representando la única salida económica para mariscadores y navalleiros, ante el inusualmente largo episodio tóxico que mantiene cerrada desde hace casi un mes y medio la práctica totalidad de la ría. La única zona abierta es la parte interior de Rande.
Cangas, pionera
Fue la Cofradía de Cangas la que planteó el primer plan de explotación de anémonas. En este caso la zona de captura abarca desde Punta Balea hasta Punta Robaleira. Son tres las embarcaciones que cuentan con permiso, con un tope máximo de 45 kilos por embarcación y día. Los días de extracción por año son 80 entre enero y diciembre con una veda de en marzo y abril.
fuente lavozdegalicia
