La flota española captura bonito con dos artes selectivas y tradicionales: curricán y cebo vivo. Las embarcaciones gallegas emplean el curricán, pescan las piezas una a una, con anzuelo y un señuelo de colores. Parte de la flota vasca se vale de cebo vivo para atraer a los túnidos. En el mismo caladero, arrastreros pelágicos franceses e irlandeses atrapan a los bancos de túnidos con sus redes. A la flota arrastrera española «no le se va a autorizar» capturar bonito con esos aparejos, sostuvo el secretario general de Pesca en Burela.
Andrés Hermida, titular de la secretaría española de pesca, respondió con rotundidad y de modo escueto a preguntas de un armador. «No», repitió cuando un propietario de pesqueros trataba de obtener más explicaciones. El asunto se abordó durante las vigésimo segundas Xornadas Técnicas Expomar, celebradas paralelamente a la feria náutico-pesquera que abrió el jueves en Burela y acabó anteayer.
Los pelágicos preocupan
Durante los últimos veranos, la flota bonitera española ha repetido su malestar con los arrastreros pelágicos franceses e irlandeses. No solo porque su capacidad de capturas multiplica a las del curricán o cebo vivo, sino también porque les molesta sobremanera que esas embarcaciones los utilicen para localizar los bancos de túnidos. Y de noche, cuando los pescadores gallegos descansan, los pelágicos rodean con sus redes los cardúmenes de bonito y los pescan. Al amanecer, cuando la flota española quiere reanudar su actividad, de los túnidos ya no queda casi nada. Y entonces tienen que volver a rastrear el Atlántico, en busca de nuevos bancos.
Con la avanzadilla de la flota bonitera española en el mar, de momento sigue sin haber previsión de ventas en A Mariña.
fuente lavozdegalicia