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El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM o ICES por sus siglas en inglés) aconsejó ayer rebajar un 62% las posibilidades de pesca de merluza en aguas ibéricas -golfo de Cádiz, Portugal, Galicia y Cantábrico- el próximo año. Este organismo, que asesora a la Comisión Europea a la hora de fijar las posibilidades de captura de las especies, recomendó, por contra, un incremento del 6% en el cupo de este pescado en los caladeros del norte, principalmente aguas de Gran Sol.
La flota pesquera española contó este año con una cuota de 8.848 toneladas de merluza ibérica, una cifra que podría verse reducida tras esta recomendación -de ser acatada por el Ejecutivo comunitario- hasta las 3.539 toneladas en 2016. La rebaja de las posibilidades de pesca de la especie es todavía mayor si la comparamos con la cuota de 2014, cuando las embarcaciones españolas tuvieron un cupo de 10.406 toneladas.
La percepción de los investigadores del CIEM sobre el estado del recurso en aguas ibéricas contrasta con la versión de los pescadores. “No sé de dónde sacan los datos los científicos. Algo falla. Siempre digo lo mismo: hay abundancia de merluza en el Cantábrico”, argumentó el representante de los armadores coruñeses de arrastre de litoral, Torcuato Teixeira, que insistió en que lejos de reducir las posibilidades de pesca, la biomasa de la especie en ese caladero permitiría aumentar el cupo para la flota española el próximo ejercicio.
Mientras, el CIEM constató un aumento de la biomasa de merluza del norte -aguas francesas del golfo de Vizcaya, Escocia, Irlanda o Gran Sol- y aconsejó a Bruselas un incremento del 6% en su cuota, por lo que los barcos españoles de altura que faenan en esas aguas podrían disponer el próximo ejercicio de 15.918 toneladas de la especie, frente a las 15.017 de este año, si prospera la propuesta de los científicos.
Rendimiento máximo
Los expertos basaron su recomendación en el criterio del Rendimiento Máximo Sostenible establecido por la UE en la reforma de la política pesquera. Este principio equivale al número de capturas de una especie que permita mantener el recurso en unos niveles biológicos seguros y garantice además la continuidad de la actividad pesquera a largo plazo. Los expertos del CIEM reconocieron, sin embargo, que para elaborar su informe no han tenido en cuenta el plan de recuperación en el que está inmersa la merluza ibérica desde 2005.
fuente laopinioncoruna
