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300.000 salmones escapan de una piscifactoría al océano, y podrían provocar un desastre

Como muchos negocios, Cooke Aquaculture, empezó como algo pequeño, una piscifactoría con 5000 salmones en Nuevo Brunswick allá por 1985. Desde entonces la empresa se ha convertido en un gigante con sedes de venta, cría y producción en Norteamérica, Sudamérica, Asia y Europa (incluyendo España).

Al entrar en su web, la primera en la frente: nos encontramos con una mentira como un piano de cola.

La magnitud del desastre natural que esto podría suponer son aun inciertas.

Cooke Aquaculture ha responsabilizado del accidente de un fallo estructural debido a “las mareas y corrientes excepcionalmente fuertes coincidiendo con el eclipse solar de esta semana”.

Aunque la compañía en un inicio dijo a los responsables de la vida marina de la zona que estimaban que unos 4.000 o 5000 salmones hubieran escapado, el miércoles cambiaron su versión al hablar con la televisión canadiense, reconociendo que el número podría ser “mucho mayor”.

Como rara vez se antepone la protección de la naturaleza a un buen fajo de billetes, los salmones del Atlántico son una de las especies más criadas en la zona a pesar de estar legalmente clasificadas por el Estado de Washington como una especie invasiva capaz de cazar especies locales y expandir enfermedades.

“Nuestra preocupación, por supuesto, es proteger las especies nativas de peces”, dijo el jefe del departamento de estado Ron Warren. “Así que nos gustaría ver al mayor número posible de estos peces capturados”.

El salmón del Atlántico podría cruzarse con el del Pacífico o competir con él, y en ambos casos las consecuencias podrían ser devastadoras. Algunos expertos, como Michael Rust, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, creen que los riesgos son mínimos. “Estos peces son muy flojos. Están domesticadas. Imagina una vaca lechera perdiéndose en el Serengueti, no duraría demasiado”.

Otros como John Volpe, un profesor de la Universidad de Victoria que ha estudiado a los salmones del Atlántico liberados en el Pacífico, sí se muestran preocupados, “Todo el mundo quiere saber, ¿esto qué significa? Y la respuesta honesta es que no lo sabemos. El impacto evidentemente está sobre la mesa, pero podría ir de algo bastante liviano o algo muy serio”.

Según Volpe, las poblaciones de salmón del pacífico actualmente están luchando por sobrevivir, “Lo último que necesitan es un nuevo reto. Teniendo en cuenta la precaria situación de la mayoría de poblaciones de salmón del Pacífico – que básicamente se están acercando al precipicio – no necesitas un evento catastrófico para lanzarlas al vacío. Solo necesitan un empujoncito”.

fuente playrgound

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