La Declaración de Impacto Ambiental de las prospecciones petrolíferas en Canarias no evalúa ni se pronuncia sobre el riesgo de derrame por accidente en el pozo de perforación y lo remite al criterio de la propia multinacional petrolífera Repsol.
“En relación con el análisis de los sucesos accidentales descrito en el apartado B, para su consideración en la autorización sustantiva del proyecto, se ha estimado el riesgo ambiental para el archipiélago canario, suponiendo un caudal de blowout de 3.000 bbl/día que sin la aplicación de las medidas de lucha contra la contaminación, podría tener unas consecuencias que el promotor ha estimado en el estudio de impacto ambiental y adendas”.
De esta forma, la DIA no se pronuncia sobre dicho riesgo y no señala “las condiciones que deban establecerse” para casos de derrame accidental, sino unas meras recomendaciones y siempre de acuerdo con lo que proponga el promotor, no el propio Ministerio.
Sin embargo, el Real Decreto Legislativo 1/2008, de 11 de enero, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos, establece al respecto:
“Una vez realizado el trámite de información pública y con carácter previo a la resolución administrativa que se adopte para la realización o, en su caso, autorización de la obra, instalación o actividad de que se trate, el órgano sustantivo remitirá el expediente al órgano ambiental, acompañado, en su caso, de las observaciones que estime oportunas, al objeto de que se formule una declaración de impacto ambiental, en la que se determinen las condiciones que deban establecerse en orden a la adecuada protección del medio ambiente y los recursos naturales” (negrita añadida) [art. 12.1 RDL 1/2008].
Es decir, según la propia legislación española al formular la DIA el Ministerio de Medio Ambiente tiene que indicar claramente las condiciones que deben establecerse para una adecuada protección del medio ambiente. No dejarlas a criterio de la multinacional petrolera, como se hace en este caso.
Cabe recordar que sobre este aspecto se ha incidido especialmente durante el periodo alegaciones de agosto de 2013. Inicialmente el proyecto de la multinacional Repsol sólo establecía precauciones para un derrame accidental de 1.000 barriles diarios. Sin embargo a través de las más de 11.000 alegaciones presentadas en Canarias se reclamó un estudio para un derrame accidental de al menos 30.000 barriles diarios, atendiendo a la opinión de los especialistas internacionales y de la experiencia del accidente del Golfo de México en 2010. El Ministerio de Medio Ambiente, no obstante, se conformó por reclamar un estudio para 3.000 barriles diarios.
Así y todo, la propia simulación en laboratorio costeada por Repsol indica que para un escenario de un derrame accidental en verano de 3.000 barriles por día, la marea de petróleo llegaría en un 85% de los casos a Fuerteventura, en un tiempo estimado inferior a 48 horas. En invierno la probabilidad de llegada de la marea negra a Fuerteventura es del 71%, en poco más de 48 horas.
Este es el enlace para consultar para consultar la Resolución:
http://www.boe.es/boe/dias/2014/06/10/pdfs/BOE-A-2014-6167.pdf
Una primera lectura de la Resolución indica que, “desligan el riesgo de accidentes del proyecto y no establecen medidas obligatorias sino meras recomendaciones” señaló el presidente del Cabildo. Mario Cabrera. Adelantó que “ahora vamos a desmenuzar esta información y adoptaremos todas las medidas necesarias para tumbarlo donde sea necesario”.
A las 9.00 horas de hoy 10 de junio está previsto que comience la votación y fallo en la Sala Tercera del Tribunal Supremo, del recurso contencioso administrativo interpuesto por el Cabildo de Fuerteventura (junto a otros 6 interpuestos por el Cabildo de Lanzarote, el Gobierno de Canarias y varias entidades ecologistas y sociales) contra las autorizaciones del Gobierno de España a las multinacionales Repsol, RWE y Woodside para realizar perforaciones petrolíferas frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote.
Una de las plataformas petroleras que opera Repsol YPF frente al delta del Ebro, a unos 50 kilómetros de la costa, sufrió ayer un vertido de entre 120.000 y 180.000 litros de crudo. Ecologistas en Acción ve en el derrame una prueba más de que los accidentes en este tipo de instalaciones son inevitables, lo que es una razón más para abandonar el petróleo.
La fuga, de una cantidad equivalente a un millar de barriles de crudo que anoche ocupaban 1.900 hectáreas se acercó hasta unos 24 kilómetros del litoral, donde se mantiene. La alerta se decretó a las 12:30, pero el incidente que propició el escape ocurrió de madrugada, durante las operaciones de puesta en marcha de la plataforma Casablanca, según notificó Repsol a Capitanía Marítima de Tarragona.
El portavoz de Repsol afirma que “es un problema puntual en la plataforma, no en los pozos petrolíferos”. Sin embargo, estas noticias son habituales en las plataformas petroleras, baste recordar el reciente desastre del Golfo de México por la plataforma de BP, o los también recientes vertidos de ese mismo campo tarraconense. Ecologistas en Acción quiere visibilizar como la tecnología que crea el ser humano es imposible que sea infalible, ya que sus creadores y directores/as lo somos falibles, cometemos errores. Sería mucho más sensato basar nuestra obtención de energía de fuentes que requiriesen una tecnología mucho más sencilla, cuyos accidentes inevitables fuesen menos graves, como es el caso de las renovables.