El 30 de noviembre, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la orden ministerial por la que se aprobaba el plan de gestión del Cantábrico Noroeste para el 2016. En ella no se recoge ninguna de las reivindicaciones de la asociación que agrupa al 75 % de los pescadores gallegos de este arte, Acerga. Los marineros de esta entidad profesional llevan 43 días acampados en señal de protesta frente a la sede principal de la Xunta en Santiago para reivindicar un cambio en el reparto de cuotas.
Quieren que el actual, basado en capturas históricas de los últimos diez años, se cambie por uno en su opinión más justo fundamentado en el número de tripulantes de cada embarcación y en la cantidad de días faenados.
«El Ministerio de Agricultura ha utilizado el BOE para hundirnos un poco más», aseguró ayer el presidente de Acerga, Juan José Blanco. En la asociación ha sorprendido la «prisa» con la que se ha aprobado este año el plan de gestión, cuando el de este año vio la luz en mayo y el del 2014 en abril de ese mismo ejercicio. Además, aseguran que el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, se había comprometido con ellos a abordar con ellos algunos cambios en el sistema de reparto de cuotas.
Ante esta «tropelía», ya han remitido cartas de protesta al presidente de la Xunta, a la ministra de Agricultura y a la conselleira de Pesca y aseguran que los servicios jurídicos de Acerga están estudiando recurrir la actual ley de pesca que consideran inconstitucional porque la orden la aprueba un Gobierno central con el Parlamento disuelto y con la campaña electoral a la vista.
Movilizaciones
Lo que también está ahora sobre la mesa es la más que posible convocatoria de movilizaciones por parte de la asociación mayoritaria del cerco gallego. Acerga se lamenta de que en los 43 días que llevan acampados frente a San Caetano no se han acercado a hablar con ellos ni el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, ni la conselleira de Mar, Rosa Quintana. Esta última es a la que más critican, porque aseguran que es la que «más daño hizo al cerco gallego en toda su historia» y se preguntan si hay «intereses detrás» para favorecer el negocio de las piscifactorías.
Para Acerga, Quintana también trata de favorecer a la nueva asociación creada recientemente, Cerqueiros Galegos, con el objetivo de dividir al sector y «discriminando» a la flota de su asociación que, recuerdan, agrupa al 75 % del sector.
fuente lavozdegalicia