España, el principal productor de pesca de la Unión Europea, logró que los ministros del bloque apoyaran su posición de no cumplir las recomendaciones de expertos que asesoran a la UE sobre cuotas de pesca sostenible en 2016. Aunque el Gobierno lo presenta como un triunfo español, los críticos advierten del peligro que conlleva dejar de lado las sugerencias de expertos basadas en sus investigaciones para asegurar el futuro de las especies en los caladeros.
La merluza, la más importante de sus capturas, se reducirá en volumen un 38% menos de lo que recomiendan los asesores de la Comisión para asegurar la sostenibilidad de la actividad. Habrá una reducción del 22% de las capturas de merluza del sur para la flota española, un fuerte contraste respecto al recorte de más del 60% que defendía la Comisión Europea para este recurso siguiendo las recomendaciones científicas de los expertos delConsejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM).
El pacto fue celebrado como un triunfo por la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ya que representa, según ella, más riqueza y más actividad para los pescadores españoles, que en cuatro años han aumentado la producción en 80.000 toneladas y la facturación en 160 millones de euros. Además de la reducción de las capturas de la merluza del sur, se recortan las capturas para la flota española del rape de aguas ibéricas en un 14% (frente a la bajada del 19,2% prevista por Bruselas), y del gallo del caladero nacional, en apenas un 1%, cuando la Comisión Europea había propuesto un recorte del 26,4%. También se reducen las capturas para la cigala del Cantábrico y del Noroeste, en un 21%, y de Gran Sol, en un 2%.
Sin embargo, desde la ONG Ecologistas en Acción se han mostrado muy críticos con esta concesión a las pretensiones del Gobierno de España.
“Nuestro punto de vista es que se siga el asesoramiento científico. El caladero sur de la merluza es el que tiene más interés, pero no sólo la merluza, sino también el gallo y el rape: en ninguna de esas tres especies se han seguido las recomendaciones científicas”, dijo Lucía Martínez, responsable de pesca de Ecologistas en Acción, a bez.es, destacando el fuerte contraste entre el máximo establecido para el gallo y la recomendación científica (26,4% frente al 1%).

El rendimiento máximo sostenible no se ha cumplido en 2015; y está por verse que se logre en 2020

Lucía Martínez
Ecologistas en Acción
“Si realmente se quiere llevar a cabo un política pesquera común sostenible no se puede ir en contra del asesoramiento científico, porque el rendimiento máximo sostenible en 2015 ya no se ha alcanzado, y ahora en 2020 está por verse. La Comisión Europea debería haber luchado para que se respeten las recomendaciones de sostenibiidad”, señaló Martínez, quien comprende las repercusiones socioeconómicas de la pesca sobre algunas regiones, como Galicia, pero en ese sentido dice que no se les ha suministrado datos suficientes como para hacer un análisis.
Ya en 2015, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) recomendaba rebajar un 55 % la pesca de merluza en aguas ibéricas (Golfo de Cádiz, Portugal, Galicia y Cantábrico) en 2015 y el 4 % en caladeros del norte.
El CIEM es una de las dos organizaciones de referencia para establecer los totales admisibles de capturas (TAC) para los países miembros de la Unión. Los TAC son establecidos anualmente(cada dos años los de las poblaciones de aguas profundas) por el Consejo de Ministros de Pesca de la UE. En el caso de las poblaciones compartidas y gestionadas conjuntamente con países no pertenecientes al bloque, se acuerda con dichos países o grupos de países. Los TAC se reparten entre los países de la UE en forma de cuotas nacionales.
Algunas cuotas aumentan
Algunas cuotas incluso aumentan, aunque su captura no sea tan importante en términos de volumen de facturación como las mencionadas anteriormente. Las capturas de merluza del Norte se incrementarán en un 19% desde el 6% propuesto por Bruselas. De la misma forma aumentan un 5% las posibilidades de pesca para el gallo del Golfo de Vizcaya y de Gran Sol, así como para el boquerón o anchoa del Noroeste, aguas de Portugal y el Golfo de Cádiz (un 10%) y para la cigala del Golfo de Cádiz y de aguas de Portugal (un 26% más).
En la misma línea, las capturas de jurel aumentan en un 27% en los caladeros del Cantábrico y Noroeste, en un 15% en el Golfo de Cádiz y aguas de Portugal y en un 27% en los caladeros del Norte. Por otro lado, se mantienen en el mismo nivel de 2015 las capturas para todos los stocks de abadejo y de rayas (Norte y Sur), el rape del Golfo de Vizcaya y Gran Sol y el boquerón o anchoa del Golfo de Vizcaya y el Cantábrico, aunque la Comisión revisará la situación de este stock a comienzos de 2016 para estudiar posibles modificaciones.
En el caso de la bacaladilla, las posibilidades de pesca en el caladero del Norte aumentan un 5%, mientras que se reducen en un 7% para los stocks del Cantábrico, el Golfo de Cádiz y el Noroeste. Por último, las capturas de caballa se reducen un 15% hasta las 33.748 toneladas.
España y sus antecedentes de incumplimiento
La pesca es una de las competencias atribuidas por los estados a la Unión Europea.Los buques españoles cuentan con un historial nutrido de multas por pescar por encima de los límites impuestos, por lo cual los países del norte retiraron temporalmente su confianza en la flota española. Eso ha cambiado y esos mismos países permiten ahora faenar en sus mares.
España es el primer productor industrial en la UE en productos de la pesca con el 16 % de producción del bloque, y cuenta con más de 9.500 embarcaciones pesqueras (datos hasta julio de 2015). De esa cifra, 9.259 buques faenaban en el caladero nacional con 419.000 toneladas de capturas (el 41%). Hay más de 35.000 empleados directos en la industria –el 30 % de la población pesquera de la UE-, una cifra a la que habría que añadir el empleo indirecto creado por este sector.
Es el tercer país de la Unión Europea en embarcaciones en términos cuantitativos después de Grecia (más de 16.000) e Italia (más de 12.500), y cuenta con un cuarto de toda la flota europea, pero recibe en términos relativos una cuota que no llega al 12% y de éste el 5% se corresponde a las aguas comunitarias, mientras que Dinamarca, con una capacidad que no pasa del 6%, recibe una cuota del más del 38%, dicen desde la patronal pesquera Cepesca.
fuente bez