La organización conservacionista Oceana criticó este jueves a España y Francia por favorecer a la flota de gran escala a la hora de asignar las posibilidades de pesca, frente a los buques artesanales, con lo que consideró que eso dos países dejan de lado la creación de empleo y la protección del medioambiente.
Oceana indicó en un comunicado que, según sus investigaciones, las dos principales naciones pesqueras de la Unión Europea asignan las posibilidades de pesca basándose en datos históricos de capturas, con lo que “favorecen a las flotas de gran escala frente a los buques artesanales”.
La organización pidió a los Estados miembros del club comunitario que sean “más transparentes sobre su criterio a la hora de asignar las posibilidades de pesca a sus flotas, y que se centren más en evitar los daños al hábitat causados por el barco, reducir su huella de carbono e incrementar el empleo”.
Señaló que su investigación detectó que, a pesar de los progresos realizados por Francia y España, ambos países asignan predominantemente las posibilidades de pesca en función de los registros históricos de capturas, es decir, que las conceden sobre todo a los barcos que en el pasado han pescado más.
Añadió que al hacer eso, en su mayoría desatienden las consideraciones medioambientales y socioeconómicas, incluida la contribución de la flota a los empleos y a la economía de las comunidades locales.
“Las prácticas pesqueras que son las menos perjudiciales desde el punto de vista medioambiental y que proporcionan los mayores beneficios a la sociedad deberían tener acceso preferente a los recursos públicos, en este caso, los peces. Pero en la actualidad, ese no es el caso”, declaró la asesora de política para la pesca sostenible de Oceana en Europa, Arielle Sutherland-Sherriff.
Explicó que al asignar Francia y España más cuotas a los buques que históricamente han pescado más, “se limitan los incentivos para avanzar hacia una pesca sostenible y se discrimina a los pescadores artesanales que son una parte integral de las comunidades costeras”.
Oceana resaltó que París y Madrid no son “plenamente transparentes” en sus procesos para conceder las cuotas.
“Ninguno de los países es transparente en su metodología para determinar qué buque debería tener mayor acceso a las posibilidades de pesca, al no publicar o dificultar el acceso a sus criterios y su ponderación”, apuntó la organización.
En ese sentido, Sutherland-Sheriff aseguró que Francia y España “deben cambiar sus prácticas de asignación para garantizar una explotación más justa y sostenible de los recursos pesqueros, en línea con sus obligaciones legales, y con beneficios para el sector pesquero, las comunidades locales y el ecosistema marino”.
Así, Oceana recomienda a los países de la UE, en particular a España y Francia, que ajusten en su legislación la ponderación de los criterios para asignar posibilidades de pesca, “para depender menos de los registros históricos de capturas y centrarse más en criterios medioambientales y socioeconómicos”.
Menciona, por ejemplo, el impacto en el medio marino (daños al hábitat, selectividad de las artes, huella de carbono) y la importancia del barco para la comunidad pesquera local (oportunidades de empleo y contribución a las economías locales).
También pide ser “más transparentes” en los procesos de asignación, divulgando públicamente información sobre los criterios, la metodología y la ponderación utilizados, así como el resultado de todos los procedimientos de asignación.
Las posibilidades de pesca en las aguas del Atlántico y el Mediterráneo de la UE las deciden los ministros del ramo del club comunitario en una reunión en diciembre, y después cada Estado miembro decide cómo distribuir las cuotas o los días de pesca entre sus flotas pesqueras nacionales. EFE